Tratamiento de piel / 2021-03-11
Tumores cutáneos: ¿De qué se tratan? y ¿Cómo combatirlos?
Las dermatosis inflamatorias, forman parte de la mayoría de las enfermedades cuyo asesoramiento médico es despreocupado. Ya que, son muchas las personas que consultan acerca de protuberancias o bultos que pueden aparecer en su piel. Sin embargo, los tumores cutáneos son un grupo desafiante de afecciones, las cuales se pueden clasificar y reconocer fácilmente de acuerdo al tamaño, color y distribución. Aquellos tumores que, imitan otros trastornos de piel son caracterizados como procesos médicos más complejos. Tal es el caso de la histopatología, la inmunohistoquímica, entre otras afecciones. Si quieres conocer más acerca de este tema, te invitamos a seguir leyendo…
¿De qué se tratan los tumores cutáneos?
Los tumores cutáneos se desarrollan como resultado de la proliferación de una o varias células de la piel. Pueden ir desde lesiones benignas cuya preocupación por la persona es meramente estética, hasta lesiones moderadamente malignas y tumores agresivos. En su mayoría, los tumores cutáneos son benignos y morfológicamente se manifiestan como pápulas lisas, nódulos, lesiones queratósicas o quísticas. Además, su crecimiento se da paulatinamente siendo un proceso muy lento.
Los tumores cutáneos que se multiplican y son cercanos entre ellos, como si se tratase de un racimo de uvas, es una prueba clínica confiable de que su naturaleza es benigna. Ya que, en el caso contrario, los tumores malignos o cancerosos suelen ser placas o nódulos solitarios de formas irregulares y de rápido crecimiento que pueden llegar a ulcerarse. Los tumores malignos, entonces, pueden surgir de un nevus (lunar) o de un tumor benigno ya preexistente.
Tratamiento y diagnóstico…
El tratamiento para extirpar los tumores cutáneos suele hacerse con motivos estéticos. Y, en la mayoría de los casos, el diagnóstico termina realizándose por medio de una biopsia por escisión o recolección de un pequeño tejido del mismo. Se presentan casos en que un tumor benigno reaparece luego de una escisión incompleta.
El diagnóstico de un tumor cutáneo, a menudo se hace por histopatología, pero algunos de ellos de acuerdo a su morfología se pueden reconocer con certeza. La multiplicidad de las lesiones simplifica significativamente el diagnóstico, sobre todo, cuando existe una pápula o nódulo solitario.
¿Cómo remover un tumor cutáneo?
La mayoría de los tumores cutáneos que son observados durante una sesión de asistencia clínica, suelen ser extirpados con una cirugía convencional bajo anestesia local y sin necesidad de que el paciente tenga que ser internado.
El procedimiento consiste en la extirpación del tejido tumoral. Se procede a administrar una dosis de anestesia local y posterior a ello, se realiza un corte delimitado del tumor cutáneo para luego cerrarse la zona por suturación. En caso de no poderse hacer de forma directa, se usan colgajos o injertos de piel. Para este tipo de intervenciones quirúrgicas se necesita material especializado como bien puede ser un electrocoagulador.
La mayoría de las cirugías de extirpación de tumores cutáneos son intervenciones muy sencillas y rápidas. Sólo en determinados casos, hace falta operaciones más complejas que llevan más tiempo. Puesto que, se toman como variantes el tamaño del tumor o la localización del mismo.
Las cirugías de extirpación de tumores cutáneos se llevan a cabo por un dermatólogo en un quirófano. Para cirugías más complejas, el personal médico es asistido por otros especialistas como bien puede ser cirujanos plásticos, oftalmólogos u otorrinolaringólogos.
El post – operatorio:
Luego de llevarse a cabo la intervención convencional, el dermatólogo aconsejará mantener la herida limpia y seca. Se debe tomar la medicación que el especialista administre y algún tipo de analgesico oral si el paciente presenta molestias. No se debe tomar aspirinas por el riesgo de sangrado, tampoco se debe fumar. Ya que, el tabaco retrasa enormemente el proceso de cicatrización. Como último recurso preventivo, ayuda mucho la toma de un antibiótico para mitigar el riesgo de infección.
En líneas generales, el paciente suele tener una recuperación rápida. Para las cirugías más invasivas el tejido puede demorar entre 5 a 7 días en recuperarse. Los síntomas de hinchazón y hematoma pueden estar presentes, pero cesaran. Pasada una semana se pueden retirar los puntos de suturación.
¿Qué es la cirugía de Mohs? ¿Cuándo puede usarse?
La cirugía de Mohs es un tipo de intervención que está reservada para aquellos tumores cutáneos que han vuelto a aparecer, después de una primera intervención o que han quedado mal delimitados. Es un tipo de cirugía que permite una extirpación total del tumor, preservando la mayor cantidad de tejido sano posible. Los riesgos menos frecuentes son la apertura de la herida al desprenderse las suturas o la aparición de queloides al cicatrizar.