Tipos de rinoplastia y postoperatorio de cirugía de nariz

Conoce los cuidados necesarios para el postoperatorio

En esta oportunidad y en continuación del artículo anterior esclareceremos un poco más sobre las complejidades que abordan la cirugía de nariz. Puesto que, existen dos tipos de rinoplastia. Además, de diversos factores a considerar en lo que respecta a los cuidados necesarios para el postoperatorio de esta intervención. ¡Presta mucha atención y sigue leyendo!

La cirugía de nariz o rinoplastia es una de las operaciones con mayor demanda. Sobre todo, cuando una persona decide realizarse algún retoque sobre su rostro. El objetivo de esta cirugía es solucionar los problemas de tamaño o de desviación de la nariz. Siendo éstas las razones más frecuentes que motivan a una persona a someterse a esta operación. Por lo general, cuando se trata de corregir esta clase de problemas se obtienen los mejores resultados.

Son muchas las personas que tienen mermada su autoestima, debido a que ven su nariz como un gran problema estético. Problema que no logran corregirse con maquillaje o cremas. Para estos casos la mejor alternativa es optar por una cirugía de nariz. La frustración de un paciente debido a una desviación o una fuerte pronunciación en su tabique ya tiene solución. Es por ello que, la cirugía de nariz ofrece una gran oportunidad. Puesto que, no solo los resultados son realmente magníficos sino que al final se verá un aumento exponencial de la autoestima de la persona.

Tipos de rinoplastia: Cerrada y abierta

A continuación, se explicará los dos tipos de técnicas que representa la rinoplastia o cirugía de nariz:

-Rinoplastia cerrada:

Es la técnica más utilizada por los cirujanos y esto se debe a que ofrecen una gran ventaja. No deja una cicatriz visible. En esta técnica de cirugía de nariz se accede a los cartílagos, tabique o la zona sobre la que se debe ejercer, a través de las fosas nasales. De esta manera, no habrá ningún tipo de incisión externa y resulta mucho más cómodo para el paciente a largo plazo. Al no haber una cicatrización palpable, el cirujano tiene mayor libertad para poder corregir los errores de la nariz. De esta manera, se llega al resultado deseado.

-Rinoplastia abierta:

Es una intervención mucho más laboriosa que la cerrada. El fundamento de esta técnica de la cirugía de nariz es que el cirujano hará una incisión en la zona media de la nariz. Esto, para que así los cartílagos y los huesos involucrados estén mucho más accesibles. Este tipo de cirugía queda relegada para aquellos pacientes cuya condición de modificación nasal es mucho más complicada. De esta manera, resulta imposible de solucionar con una rinoplastia cerrada. Se busca evitar segundas operaciones.

Procedimiento de la rinoplastia…

La cirugía de nariz se inicia practicando una pequeña incisión en forma de “V” invertida en la base de la nariz. La cicatriz estará completamente desapercibida. A través de esa pequeña incisión el cirujano podrá controlar la forma del cartílago nasal bajo visión directa. Es decir que, no estará tanteando a ciegas. Podrá, entonces, generar todo ese tipo de cambios sin problemas. Los cuales, se han pactado previamente con el paciente. El tabique nasal será tratado en el 100% de los casos y con esa pieza de cartílago a la mano se tallarán diversos injertos. Los cuales, se colocarán estratégicamente para darle más consistencia, proyección y resistencia a la estructura de la nariz. Para finalizar se añadirán suturas que darán una mejor forma a la rinoplastia.

Recuperación de la rinoplastia…

Para la recuperación de la cirugía de nariz o rinoplastia se necesitará mucha paciencia. Al comienzo, tanto la nariz como la cara estarán hinchadas, doloridas y magulladas. Es bastante común que pueda drenarse algo de sangre. Si bien estos efectos secundarios tienden a desaparecer para la segunda semana, luego de la intervención. Siempre queda algo de inflamación residual. La cual, puede persistir por varios meses y es posible que incluso el resultado de la cirugía previsto no se haga conocer una vez transcurrido un año. Debido a estas circunstancias inevitables, son demasiados los pacientes que optan por algún tipo de cobertura para la nariz después de la cirugía.

Después de la cirugía de la nariz, parte del proceso de recuperación consiste en quedarse en cama con la cabeza elevada durante las primeras 24 horas. Se sentirá la cara hinchada y un dolor persistente y punzante. El cual, puede llegar a sentirse también en la cabeza. El dolor puede controlarse con medicamentos recetados por el mismo cirujano a cargo de la operación. Los moretones y la inflamación tienen su pico a los tres días, pero durante el proceso se pueden ir disminuyendo aplicando compresas frías. La pérdida de sangre será bastante común. Por lo tanto, una de las recomendaciones es no sacudirse la nariz durante la primera semana.

Cuidados postoperatorios y limpieza…

Como parte de las instrucciones postoperatorias de la cirugía de la nariz, se recomienda a los pacientes no inclinar la cabeza a una menor altura que la del corazón. Ya que, esto podría aumentar la inflamación y estimular la pérdida de sangre excesiva. El taponamiento nasal se quitará a los pocos días y el yeso junto con los puntos de sutura son necesarios para proteger la nariz. Los mismos, se quitarán al cabo de dos semanas.

La mayor parte de los efectos secundarios de la cirugía de nariz. Tal es el caso de la inflamación y los moretones, como bien se dijo antes, desaparecerán a los tres días. La inflamación residual a los pocos meses. Por tal motivo, hay que ser tolerantes y pacientes. Sin embargo, estos cambios son imperceptibles a la vista de otros, a excepción del paciente y el cirujano.

Para la limpieza de los orificios, no hace falta un procedimiento especial. Si el paciente luego de la cirugía de nariz desea someterse a una limpieza puede hacerlo. A través de un cotonete embebido en agua oxigenada. No se debe frotar con fuerza las costras. De esta manera, se resguardan los puntos de sutura. Es normal que se tengas costras y secreciones por varios días. Las mismas puedan desprender un hedor bastante amargo. Cosa que únicamente es percibido por el mismo paciente. Para evitar el percance el cirujano le puede facilitar unas gotas de solución fisiológica, mejorando la permeabilidad de los orificios.