Tratamiento de piel / 2021-07-24

Tratamiento láser para el acné ¿Realmente funciona?
El acné es un padecimiento muy molesto que afecta a la mayoría de las personas al menos una vez en su vida. Se trata de una enfermedad infecciosa que provoca la formación de espinillas y comedones; lesiones que inciden directamente en la piel en cuanto a su aspecto estético. Son múltiples los tratamientos y las opciones que ofrece la medicina y la estética para mejorar esta condición. No obstante, gracias a los avances tecnológicos actualmente existe el tratamiento láser para el acné. El cual, resulta muy favorecedor y con resultados altamente satisfactorios.
El acné puede presentarse de diferentes formas…
El acné puede aparecer en diferentes etapas de nuestras vidas. Aunque, comúnmente pudiera ser una afección de la adolescencia, también en la edad adulta puede sufrirse de este tipo de lesiones en la piel. Las causas que lo ocasionan son diversas. Desde problemas hormonales, condiciones de piel, herencia, malos hábitos alimenticios, hasta el estrés, la ansiedad y el clima pueden ser desencadenantes. Para saber qué tipo de tratamiento es el indicado se necesita reconocer el tipo de acné que se padece. El tratamiento láser para el acné es una solución eficaz en casi todos los tipos…
- Espinillas o puntos negros: Las espinillas son pequeñas manchas oscuras en la superficie de la piel. Puede ser producto de la suciedad que queda atrapada en el poro y lo tapa. Sin embargo, es el aceite y la grasa natural de la piel que se ha quedado atascado dentro del poro y cuando este aceite reacciona con el oxigeno se oxida y oscurece.
- Puntos blancos: Los puntos blancos son imperfecciones pequeñas y redondas que pueden ser blancas o del color de la piel. Se tienden a desarrollar como resultado del aceite y las células muertas de la piel que bloquean los poros.
- Pápulas: Las pápulas son protuberancias rojas, duras y pequeñas que, en muchos casos, pueden ser dolorosas. Se producen cuando el exceso de grasa, bacterias y células muertas de la piel penetran más profundamente en ésta y provocan inflamación.
- Pústulas: Las pústulas son manchas rojas elevadas que contienen pus. Esta lesión ocurre cuando las bacterias y las células muertas de la piel se termina acumulando y provocando una infección.
- Nódulos: Los nódulos se desarrollan cuando un poro se obstruye. Los aceites se mezclan con las células muertas de la piel y las bacterias quedando completamente atrapadas en la piel. El exceso de grasa y bacterias inducen a infecciones e inflamación dentro de la piel. Este tipo de lesión cutánea puede provocar cicatrices.
- Quistes de acné: Una rotura en el revestimiento de un poro puede hacer que las bacterias se propaguen a la piel circundante. Un quiste de acné es una membrana que se ha formado alrededor del área infectada. Los quistes aparecen como imperfecciones rojas, hinchadas y grandes. Pueden ser muy dolorosos al tacto. Al igual que los nódulos, los quistes pueden causar cicatrices permanentes.

El tratamiento láser para el acné es muy efectivo y sus resultados garantizan que puede recuperarse la tersura,suavidad y belleza de la piel. Es muy claro el antes y el después de una piel tratada con láser para mejorar las lesiones de acné.
Tratamiento láser para el acné:
¿Cómo actúa?
El tratamiento láser para el acné es muy beneficioso a la hora de combatir las espinillas y la acumulación de la grasa. Además, resulta ideal para eliminar las cicatrices y manchas que hayan dejado estas lesiones en la piel. ¿Como actúa el láser para ayudar al tratamiento contra el acné? En las siguientes líneas te lo contamos…
- Disminuye el riesgo de infección combatiendo las bacterias: Los equipos de luz pulsada eliminan de la piel las bacterias causantes del acné. Las bacterias producen porfirinas; las cuales son fotosensibles y, por ende, al recibir la luz modifican su composición y se destruyen. De esta manera el tratamiento láser para el acné está indicado para eliminar las infecciones y disminuir la inflamación.
- Las glándulas sebáceas son reguladas en su funcionamiento: El láser actúa directamente sobre las glándulas sebáceas, destruyendolas o, en el peor de los casos, disminuyendo la producción de grasa. Esto, permite mantener los poros más limpios y evitar futuros brotes de acné.
¿En qué consiste?
Se trata de un tratamiento rápido y seguro. El cual, tiene una duración promedio de 30 minutos y durante la aplicación no se experimenta ningún tipo de dolor. La sensación es de molestia, pero es totalmente soportable para los pacientes.
Consiste en pasar el láser sobre la piel lesionada, es decir, la luz del láser a una cierta distancia, con el fin de que el calor y la energía de la luz vayan actuando sobre las lesiones de acné. El número de sesiones necesarias dependen de la condición del paciente y del tipo y grado de acné que posea. Entre cada una de las aplicaciones es necesario esperar al menos 1 mes, pues la piel debe estar completamente regenerada.
Por lo general, el tratamiento láser para el acné se aplica junto a otro tipo de tratamientos complementarios. Tal es el caso de la ingesta de algún tipo de medicamento especial según el caso.
¿Realmente funciona?
Indudablemente es un tratamiento muy efectivo y cuyos resultados son visibles y garantizados. No sólo elimina las bacterias y regula la producción excesiva de cebo; destruyendo las glándulas sebáceas. Además, es ideal para mejorar la estética en cuanto a manchas y cicatrices se trata.
Sin embargo, su función más importante es estimular la regeneración celular. Lo que, a su vez, permite rejuvenecer los tejidos y aumentar la producción de elastina y colágeno. Sin lugar a duda, se trata de una excelente alternativa para controlar los brotes de acné y poder lucir una piel más sana y bella.